Mamá Pata
Imagen: @crystalmariesing via Twenty20
Para mí la crítica es: agua en espalda de pato.
Resbala lo que piensen los demás.
John Benjamin Toshack (Ex futbolista profesional)
¿Te has fijado como son las patitas con sus patos? Para mí la pata es un ejemplo de la naturaleza de lo que es SER una buena MAMÁ. Las patitas caminan muy firmes, decididas y seguras, se ve en ellas una confianza absoluta en que sus patitos las seguirán a donde sea, harán lo que ellas dicen y obedecerán porque ellos saben que mamá pata sabe lo que hace y gracias a ella se librarán de peligros. Jamás he visto a una pata discutiendo con sus patitos sobre por qué hay que caminar a tal velocidad o echarse al agua. Jamás la he visto pidiendo instrucciones o consejos a los patitos. Jamás la he visto tomando café con otras mamás patas, para ver qué hace respecto a sus ideas y conceptos. Ellas confían en sí mismas y es lo que propongo que hagas como Mamá Millennial: sé cómo una pata.
Tener miles de ideas, teorías, conceptos, consejos, prácticas y suposiciones sobre lo que es ser “mamá” y cómo hacerlo está padrísimo, pero son tiempos de crear tu propia brújula.
¿Qué es tu propia brújula? Es ese radar interno que te dice lo que debes hacer o no, es la intuición femenina puesta al servicio de la maternidad. Es el filtro entre los millones de conceptos -que muchas veces se oponen unos a otros- y que te da claridad de cuál es lo que a ti te late.
Cuando no escuchamos nuestra propia intuición, y nos dejamos confundir por el sinfín de ideas que existen sobre la lactancia, la crianza, la alimentación, los cuidados, el sueño, los límites y un larguísimo etcétera, nos vamos convirtiendo en lo que yo llamo “gallinas sin cabeza”.