Siempre que se acerca el día de las madres pensamos en nuestra madre, en lo que nos ha dado, siendo lo más importante el conducto hacia la vida, y todo su amor desde que éramos un bebito llorón demandante, un Niño travieso, hasta un adolescente exigente y juzgón —- mas en este día sea la edad que sea, recibimos todo su amor, y a veces, una licuadora que usaremos en nutrir a nuestra familia.
Sin embargo, poco se habla sobre el gran regalo que es SER MAMÁ y no para que nuestros hijos lo agradezcan, sino para agradecer nosotras a Dios ese enorme don.
Sea la edad que tengan tus hijos, lo bien o lo mal que te lleves con ellos, el ser mamá nos ha puesto al frente de llevar el timón en el principio de vida de nuestros hijos, saber cuando poner el ancla y finalmente un día aventarnos por la borda y dejarlos a cargo de su propia embarcación 🛳.
El regalo más maravilloso que la vida me ha dado son mis tres hijos, quienes me han concedido el rol de aprender y superarme por ellos, de no dejarme caer en cama, ni enferma, ni triste, y el placer de verlos sonreír con ocurrencias y travesuras que muchas veces me he tenido que aguantar la risa y “regañar”.
Ha sido tan divertido verlos en cada etapa: enojarse con su juguete roto, luego con sus granos, luego con sus exámenes y luego conmigo. Y aunque algunas veces me he enganchado con sus enojos y malos modos, sé que es parte de crecer, pues como decía Óscar Wilde:
“Los niños comienzan por amar a sus padres, cuando crecen los juzgan… y algunas veces hasta los perdonan.”
Así que el el proceso que estés, que estén y a donde quiera que vayan, hoy digo con aire en mis pulmones, fuerza en mi corazón y un nudo en la garganta:
Gracias a Dios por la gracia de ser mamá
¡Felicidades a todas las mamás, Dios en verdad nos ama pues los puso al servicio de un pequeñito ser de su creación, confiando en que lo haríamos excelente y dejando que nos convirtiéramos en el mundo entero para nuestros hijos!
Gracias, muchas gracias, Dios. En verdad ser mamá es lo mas lindo que me ha tocado vivir.
Gracias por confiar en mi.
Y tú, ¿cómo sientes este enorme rol de amor? Te leo.
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